Retomar la actividad física después de un tiempo de inactividad, ya sea por una lesión, operación, enfermedad o simplemente porque no encontramos la motivación, la periodicidad o el tiempo para poder realizarla, es siempre difícil.
Lo importante es tener en cuenta que el ejercicio es un excelente aliado cuando se trata de recuperarse de alguna enfermedad o cirugía y definitivamente también los beneficios son enormes cuando estamos sanos, pero inactivos.
Estos son algunos tips para, a la hora de retomar la actividad física, no sufrir, sentirse presionados ni abandonar al primer intento:
√ 1. EMPEZAR DESPACIO
Cuando nos proponemos un nuevo objetivo ligado al bienestar, todos queremos empezar cuanto antes y ver los resultados enseguida. Lamentablemente esto no es posible: la recomendación es empezar despacio e ir aumentando la intensidad y la periodicidad a medida que se avanza. Si nuestro cuerpo está inflamado, fatigado o débil, responderá mejor a un estímulo más suave.
√ 2. ESTAR CONVENCIDOS DE QUE VAMOS A MEJORAR
Comenzar a realizar ejercicio es lo más difícil y muchas veces nos podemos sentir frustrados cuando no podemos lograr los objetivos que nos planteamos, o sentimos que nos cuesta mucho terminar el entrenamiento. ¡A no desistir! Hay que ser pacientes, perseverantes y por sobre todas las cosas fijarnos metas alcanzables a corto plazo.
√ 3. TRATAR A NUESTRO CUERPO CON CUIDADO
Sólo vos podés determinar cuándo tenés que dejar de esforzarte o cuándo podés “tirar de la soga” un poco más. Siempre tené en cuenta que lo más importante es disfrutar la actividad física que realices y escuchar a tu cuerpo cuando te envía señales de ayuda y te pide un descanso.Todos tenemos una voz interior que nos va marcando nuestro camino. Escuchar a tu cuerpo te ayuda a sentir qué es lo que mejor funciona para tu organismo y con qué actividad física te sentís más cómodo y a gusto.
√ 4. TODO CUENTA
Aunque empecemos a realizar ejercicio en bloques de 10-15 minutos o menos, al final todo suma, por más pequeño que sea el cambio.
√ 5. RESPIRAR
Respirá con tranquilidad y no te esfuerces demasiado. Cuando sentís que no podés respirar o que te estás ahogando, es una señal de que es necesario parar. Bajá el ritmo y recuperá el aliento.
√ 6. PRECALENTAMIENTO
Es un consejo sabido pero que generalmente la mayoría lo pasamos por alto o no le damos la importancia que tiene: antes de realizar ejercicio es crucial estirar levemente y entrar en calor los músculos, y al terminar la actividad debemos estirar para evitar lesiones, dolores musculares y eliminar tensiones.
√ 7. RETOMAR UN ENTRENAMIENTO CON PESAS
El entrenamiento con peso es muy bueno, pero es fundamental retomar gradualmente para evitar lesiones. Hay que familiarizarse con los movimientos primero, y después ir agregando peso de a poco.
√ 8. TRABAJAR DENTRO DE TU RANGO DE MOVILIDAD
No te exijas demasiado, si forzás los músculos más allá de tu capacidad, van a contraerse como mecanismo de defensa. Con el tiempo, tu movilidad va a mejorar.
√ 9. ¡DIVERTITE!
No debemos perder de vista que el ejercicio tiene muchos beneficios, pero el primero y principal es que pases un buen rato, te distiendas, te sientas bien, y generes endorfinas. Acordate de que nuestro cuerpo está diseñado para estar en movimiento, lo único que tenemos que hacer es ser constantes y encontrar la actividad física que más se adecúe a nuestro estilo de vida y objetivos. No debemos pensar en el ejercicio como una obligación más, como en todos los ámbitos de la vida, necesitamos encontrar la horma de nuestro zapato. Seguí buscándola, ¡no te des por vencido!