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ERRORES COMUNES AL ENTRENAR Y CÓMO EVITARLOS

Todos tenemos expectativas altas con respecto a la actividad física que realizamos o vamos a empezar a realizar, y especialmente relacionadas con los resultados que queremos obtener.  A veces, sin embargo, tomamos decisiones que no ayudan a lograr los objetivos que nos proponemos. Los siguientes son consejos muy simples  a tener en cuenta para evitar errores cuando entrenamos:

√ 1. No entrenes  de más

Todos empezamos una actividad física con mucho entusiasmo y siempre queremos ver los resultados de inmediato.  El problema con entrenar de más es que esto puede traer lesiones y desmoralizarte, lo cual lleva irremediablemente a abandonar  lo que empezaste con tanto entusiasmo.Tenés que ser paciente y empezar de a poco, con objetivos alcanzables. Siempre es mejor quedarte con ganas y hacer menos, que estar tan dolorido que te impida volver a clase durante una semana. Dicho esto, cuando comenzamos a realizar alguna actividad física después de un período de inactividad o cuando cambiamos de rutina es normal sentir dolores musculares, pero lo importante es no abandonar y saber que estos dolores van a ir disminuyendo con el tiempo.

√2. Falta de experiencia=Falta de efectividad

Muchas veces no sabemos de qué se trata la nueva actividad física que vamos a emprender y esto puede hacer que pierda efectividad.  Por eso es importante averiguar de antemano qué implica el entrenamiento que iniciaremos: si es recomendada para todas las personas, si es compatible con alguna lesión que tengamos, etc.  Podemos hablar con el profesor antes de comenzar la clase o investigar de antemano acerca de la disciplina.

√3. No dejes para mañana… lo que podés hacer hoy

Con el ejercicio pasa lo mismo que con las dietas: siempre vamos a empezar una actividad física “mañana” o “el lunes”, o esperamos a tener el tiempo necesario o que sea el momento indicado. Pero nunca tenemos tiempo ni tampoco encontramos el mejor momento para empezar la rutina. Lo que sí podemos hacer es empezar ya. Elegir una actividad física, agendarla y tomarla como si fuera una cita. Si planeás ir al gimnasio después de la oficina, te conviene llevar la ropa y cambiarte ahí. Si volvés a tu casa después de todo un día de trabajo, es muy probable que te de pereza ir al gimnasio y termines enganchándote con otra actividad en tu casa, cocinando, haciendo tareas con los chicos o mirando la tele.

√ 4. ¡Qué aburrimiento!

La elección de la actividad física que realizamos es tan importante como el momento del día en que vamos a hacerla. Si todos los días te levantás temprano y caminás en la cinta en un lugar cerrado, cada vez se te va a hacer más difícil mantenerlo.  Elegí actividades divertidas para que sean más fáciles de hacer.  Por ejemplo, si lo único que podés hacer es caminar en la cinta, escuchá música, las noticias o mirá una serie de TV.  Podés unirte a un grupo para tener un compromiso, pagar un personal trainer o una cuota de un gimnasio, o arreglar para que un amigo te pase a buscar para hacer ejercicio juntos.

√ 5. No trabajes sin una planificación

Si te anotás en una clase es fácil: el profesor tiene una planificación.  Pero si vas al gimnasio y no tenés una rutina, no vas a saber por dónde empezar.  También es importante ponerte objetivos y metas para alcanzar.

√ 6. ¡Sé constante!

Cada año, en invierno, los gimnasios están despoblados…pero llega septiembre ¡y todo el mundo quiere lograr un cuerpo perfecto en pocos meses! Por supuesto, es mejor hacer ejercicio de vez en cuando que no hacer nada, pero si querés ver resultados tenés que ser constante y realizar la actividad física con periodicidad.

√ 7.Comodidad ante todo

Si el gimnasio donde vas queda lejos de tu casa o fuera de tu circuito habitual, es muy probable que no llegues a las clases y que empieces a faltar.  Tenés que elegir un lugar  que te quede cómodo, ya sea para ir caminando o en auto, cerca de tu casa u oficina o cerca del colegio de los chicos. 

√ 8. No más excusas

“Estoy muy cansado”, “No tengo tiempo”… la lista de excusas para no realizar ejercicio empieza así y puede ser interminable.

Olvidate de las excusas: comprometete con tu actividad física como lo hacés con tu trabajo, con las tareas del hogar, con tus hobbies, con el tiempo dedicado a los amigos… La actividad física va de la mano del bienestar y hay muchas opciones para encontrar una disciplina que te entusiasme.