fbpx

Pía Sánchez Bazán

“Encontrarme con el Health Coaching fue casual, o tal vez fue una de esas sorpresas que la vida te tiene preparadas. Fue a partir de un viaje a Uruguay, donde tuve la oportunidad de pasar cuatro días viviendo en la casa de Gaby Cosentino. Hace años que la conocía, pero nunca desde su rol de Health Coach.

Y viví una experiencia fascinante.

Yo siempre la veía comer todo tan diferente debido a sus problemas de salud (sin nada de gluten, lácteos ni azúcar refinada) que despertó una gran curiosidad en mí. Así que le dije que yo soñaba con conocer todo eso “diferente” que ella comía.

A pesar de que no tengo intolerancia a ningún alimento, ni soy celíaca ni nada que se le parezca, le dije que yo quería vivir esa experiencia, quería comer exactamente todo lo que ella comiera durante esos días de estadía en su casa. Tuve sobrepeso siempre, desde que tengo uso de razón, y esa era una buena razón para probar.

¡Sin palabras!

Nunca en mi vida comí tan rico. Eran sabores que jamás imaginé. Es más, siempre pensaba: “Pobre Gaby, no puede comer nada…” Y la realidad es que ella comía mucho más rico que cualquiera. Como broche de oro, cuando regresé a mi casa después de esa experiencia, me pesé y había bajado un kilo sin ni siquiera esforzarme.

Ya instalada nuevamente, quise poner en práctica la mayoría de las cosas que me había enseñado. Yo quería seguir comiendo así de rico, y a la vez sano, con el plus de bajar de peso.

Empecé a ir a la dietética todos los días a comprar cada cosa que me iba acordando: almendras, castañas, nueces, maní, pasas, orejones, dátiles, semillas de todo tipo, arroz yamaní, galletas de arroz, pan integral sin conservantes, coco, cacao, avena, palta, azúcar orgánica, sal marina…Todo esto, que había comido a diario en casa de Gaby, me daba miedo: la mayoría eran cosas que generalmente todo el mundo te dice que engordan. Yo estaba atenta solamente a si algo “engordaba” o “no engordaba”. Y con su experiencia como Health Coach ella me enseñó a dar esa vuelta de tuerca que me faltaba, a elegir los alimentos ya no por sus calorías, sino por su calidad nutricional.

Yo había tenido sobrepeso siempre, desde que tengo uso de razón. Hoy puedo decir que soy una obesa recuperada. He logrado bajar casi 50 kg y hace 9 años que me mantengo! Soy otra. Mi vida cambió y soy inmensamente feliz.

Pero la verdad es que yo siempre estaba atenta solamente a si algo “engordaba” o “no engordaba”. Y con su experiencia como Health Coach ella me enseñó a dar esa vuelta de tuerca que me faltaba, a elegir los alimentos ya no por sus calorías, sino por su calidad nutricional.

Durante esos cuatro días que pasamos juntas, casi no pudimos hablar de otra cosa. Yo deslumbrada por este mundo nuevo en torno a la alimentación, y ella emocionada por mi interés. Nos dimos cuenta que la comida, aunque desde diferentes lugares, había sido siempre un tema central en la vida de las dos. Y me sorprendió enormemente cómo ella podía interpretar perfectamente mi psicología, producto de toda una vida de lucha contra la obesidad.

Pero lo que más me sorprendió aún era que sus palabras no eran simples tratados teóricos orales. En mi historia he conocido a mil nutricionistas, pero la diferencia que encontré en una Health Coach fue que  me explicaba qué alimentos elegir, en qué cantidades, en qué momentos del día me convenía consumirlos, me los hacía probar, me enseñaba cómo prepararlos, luego me daba todas las recetas para que lo pudiera hacer yo, me las explicaba detalladamente y me decía los tips para que me salieran bien, me mostraba fotos…¡todo el camino completo! Y todo personalizado y adecuado a mi vida, a mi realidad, a mis tiempos… No me gusta cocinar, tampoco tengo tiempo para hacerlo, pero hoy siempre tengo en mi heladera mayonesa de zanahoria o de remolacha, mermelada casera de ciruelas, manteca de maní, incluso helado casero de banana o algún otro plato rico, sano y hecho en minutos. 

No habían pasado dos meses y yo seguía, todas las semanas, sin excepción, bajando de peso, comiendo riquísimo y sin hacer dieta. Hoy puedo decir que soy una obesa recuperada. He logrado bajar casi 50 kg. y hace nueve años que me mantengo. Soy otra. Mi vida cambió y todos estos cambios los estamos viviendo también en mi familia. Y ya estoy alcanzando mi peso ideal, el más saludable para una persona que nunca tuvo sobrepeso”.