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SUGERENCIAS PARA CONTROLAR LOS ANTOJOS DE COMIDA CHATARRA(¡QUE TODOS TENEMOS…!)

         Los antojos son comunes,  difíciles de combatir y más cuando tenemos una vida súper agitada y con poco  tiempo disponible. Resulta más fácil y rápido sucumbir a nuestros gustos, porque además nos solucionan momentáneamente ¡nuestra carrera sin fin contra el reloj! 

   Una vez que identificás las razones de tus antojos, es más fácil evitar caer en el famoso binge eating,  o comer compulsivamente.   Algunas de las causas más comunes son: deshidratación (muchas veces el cuerpo no nos envía la señal de sed, sino que se manifiesta como hambre); el estilo de vida, que contribuye a escudarnos en la comida para llenar un vacío (estar disconforme con una relación, tener una rutina de ejercicio inapropiada, estar aburrido, estresado, desmotivado en el trabajo o con una vida espiritual deficiente); el desequilibrio yin/yang ( por ejemplo, si uno tiene una dieta con mucha azúcar -elemento yin, expansivo- puede tener antojos de carne -elemento yang, de retracción-); la tradición (a veces  los antojos se relacionan con comidas preparadas  en nuestras casas durante nuestra infancia); la estación del año (muchas veces nuestro cuerpo nos pide comida para mantener el equilibrio: en verano generalmente queremos comer comidas más frescas y livianas, en la primavera, alimentos más desintoxicantes como verduras de hojas y cítricos; en el otoño, comidas relacionadas con la tierra, como calabaza, cebolla y nueces; y en el invierno comidas calientes, como carne, aceite y alimentos con mayor contenido de grasa);  la falta de nutrientes (si el cuerpo no recibe suficientes nutrientes, puede estimular antojos.  Por ejemplo, los niveles de minerales inadecuados producen antojos de comida salada y una nutrición general deficiente produce antojos de fuentes de energía no convencionales, como la cafeína. Niveles bajos de magnesio o zinc pueden derivar en antojos de azúcar); las hormonas (cuando las mujeres tienen su período, están embarazadas o menopaúsicas, la fluctuación entre los niveles de estrógeno y testosterona puede causar antojos inusuales); el autosabotaje (cuando las cosas están muy bien en nuestras vidas, podemos sentir el síndrome del autosabotaje que nos hace tener antojos de comidas que nos desequilibran.  Esto generalmente pasa con el azúcar baja en sangre y puede resultar en cambios de humor)

  √Un dato importante: algunas investigaciones concluyeron que las personas que comen comida chatarra dos veces a la semana o más, pesan en promedio  6 kilos más que las personas que no consumen este tipo de comidas. 

            Si quieren saber de primera mano el impacto que tiene la comida chatarra en nuestras vidas,  el documental Super Size Me es revelador. En el film, el director estadounidense Morgan Spurlock muestra el experimento que llevó a cabo consigo mismo: se alimentó durante un mes exclusivamente con comida de una cadena de hamburguesas y no sólo aumentó 10 kilos sino que sus niveles de energía bajaron drásticamente y su salud se vio muy perjudicada.

            Entonces, ¿cómo podemos combatir estos antojos y evitar los efectos negativos y secundarios sobre nuestro organismo?

√ 1. Adelantate al hambre

Muchas veces los antojos de cierta comida se generan cuando uno tiene hambre.  Entonces empezamos a fantasear con diferentes tipos de alimentos, que no son los más sanos, y es así como tomamos decisiones incorrectas.  No pases mucho tiempo sin comer –lo ideal son cuatro comidas diarias- , eso evita estas situaciones que no son generalmente la mejor opción para tu organismo.

√ 2.Escuchá a tu cuerpo

Los antojos nos transmiten mensajes importantes. Por ejemplo, si estamos siguiendo una dieta con restricción de calorías y tenemos antojo de helado, seguramente quiere decir que nos faltan grasas en nuestra dieta. Consumir almendras, palta, más aceites o semillas de chía, todos alimentos con grasas saludables,  sacian esta necesidad.

√ 3. Los antojos de azúcar

Generalmente son más emocionales que físicos y muchas veces es difícil erradicar este deseo, especialmente si no encontramos la solución a la raíz del problema que origina estos antojos que se repiten con frecuencia.  Pueden probar comiendo un cuadrado de chocolate orgánico con un porcentaje mayor al 70 % de cacao, verduras dulces (zanahorias, remolachas,  batata), algún dátil, pasas de uva. Estos productos contienen azúcar, pero sin refinar y son naturales y mucho más saludables.

√ 4. ¡Hay que ser fuertes y no impulsivos!

Los antojos van y vienen, no hay que desatenderlos pero lo mejor es tratar de calmarlos con productos sanos y nutritivos. Y si caemos en la tentación, ¡no hay que desesperarse!  Es más, hagan un espacio en su agenda semanal para disfrutar de su comida favorita junto a familiares o amigos.

√ 5. Distraete

Según algunos estudios, los antojos duran aproximadamente 10 minutos, así que podemos aprovechar ese tiempo para mantenernos ocupados o distraernos tomando un té, escuchando música, saliendo a caminar, haciendo trámites, etc.

√ 6. Identificá tus opciones

Si odiás las zanahorias o las almendras, ¡es obvio que no vas a poder dejar de pensar en los nachos con queso que acabás de guardar en la alacena! La privación no funciona, así que lo mejor es encontrar una alternativa entre los carbohidratos refinados y una opción saludable.  Por ejemplo,  manzana con manteca de maní, galleta de arroz con palta,  pochoclo con aceite de sésamo y semillas de sésamo, licuados  de banana y frutillas con leche de almendras.

√ 7.Mantené al enemigo fuera de tu casa

Si sabés que a las 7 de la tarde morís por un paquete de papas fritas, ¡no compres snacks salados!  Eliminá tus tentaciones de la alacena y de la heladera y esto te ayudará a no consumirlas en un ataque de ansiedad.

√ 8. Incorporá jugos de vegetales y sopas a tu dieta

A media mañana o antes de comer,  un jugo de verduras,  que contiene nutrientes y proteínas, te dará la sensación de saciedad necesaria  para no llegar a la comida muerto de hambre.  Un ejemplo fácil y rico: pepino, espinaca, apio, jengibre y manzana verde.  Lo podés hacer a  la mañana y poner en un recipiente para llevarlo a la oficina. Mantenelo en la heladera y revolvelo antes de tomar.  En invierno,  agregá a tu dieta sopas de verduras, de calabaza, brócoli, zanahoria, etc. que podés guardar en la heladera y también llevar a la oficina.

√ 9. Documentá lo que comés

La manera más fácil de entender nuestras debilidades es escribiendo un diario de comida, con lo que ingerimos y cómo nos sentimos antes y después de comer.  Otra opción es utilizar una aplicación en el teléfono para llevar un record de lo que comemos. El objetivo no es traumatizarnos con las calorías, sino ser conscientes de lo que ingerimos y las porciones que comemos. Un ejemplo de una aplicación gratuita para  descargar en el celular, muy útil,  es My Fitness Pal.

√10. Descansá lo suficiente

Quedarnos despiertos hasta tarde inhibe la leptina, que es la hormona de la saciedad, y aumenta la grelina, que es la hormona que regula el hambre.  Es por esto que mucha gente que pasa largas horas despierta come más, engordando o evitando bajar de peso.  

√ 11. Tomate el tiempo para realizar actividad física

Sí, todo el mundo tiene la misma excusa: “no tengo tiempo para hacer actividad física”.  Es verdad, contamos con tiempo muy escaso o casi nulo, pero justamente por esa razón hoy existen entrenamientos que podés realizar en poco tiempo y sin salir de tu casa,  por ejemplo a través de aplicaciones para el celular como High Intensity Interval Training (HIIT).

12.Anticipate al antojo

Tené siempre en la heladera o en la alacena comida sana que te guste. Por ejemplo, paté de castañas de cajú, nueces, una mayonesa de remolacha, palta o zanahoria, chocolate orgánico con más del 70% de cacao, banana congelada para hacer un helado, jugos y sopas.